![jesus niño](https://lh3.googleusercontent.com/blogger_img_proxy/AEn0k_vbawd9sl_bQ_JAENCYd9jpnoYEa_7PHPsLPMPgkev_QewFtIYlJYTY2-cd9ZuWiM6NF6sdtLSl9uS3Ifi7NYgCSoCDDqMgga4sRtAWEnEcGuUIZ68ytqM4bmknQ1XVSoavJwx5FwjRcxy9DJ3uPlk2gCZ2HYw8=s0-d)
Es un hecho comprobado que en Cuba se iniciaron en la
religión de los Orishas, sacerdotes de otras religiones y dogmas. Un ejemplo,
son los jesuitas; claro su organización lo negará en forma vehemente, pero la
compañía de Jesús tiene fama, porque además de conspirar contra sistemas de
gobiernos que no le gustan, penetran a otras religiones sin importar que sean
paganas, pues la idea es conocer el panteón de Dioses y el culto que le rinden
sus adeptos, para así enterarse de sus debilidades y fortalezas. Lo cierto, es
que para el agudo observador y estudioso del cuerpo literario de los códices de
Ifá de la diáspora afrocubana, no pasa desapercibida la fina huella de masones,
racionalistas, gnósticos, astrólogos y sacerdotes de otras religiones, y que
para la gran mayoría de esta religión pasa inadvertida. En el signo de Ifá
Ogbe Roso, nace la siguiente sentencia: “
La maldición de
Obbatalá que dijo: El que me haga un daño a mí que nada malo le he hecho a nadie
se quedará ciego”. Generalmente cada sentencia en el Ifá de este lado del
Atlántico, está respaldada por una historia mitológica afrocubana, pero quien
suscribe se cansó de buscar la de esa sentencia de
Ogberoso y
hasta el Sol de hoy no la ha conseguido. Por eso comencé a investigar en otras
religiones una sentencia similar, y por fin la encontré en los hechos del
evangelio apócrifo de Tomás, el mellizo de Jesús. En los hechos del
Joshua infante que ese documento narra y que la iglesia ocultó por
siglos, que el
Cristo mataba por medio de la palabra y por nimiedades,
como cuando ocurrió que otro niño jugando lo tropezó y le tumbó, y él se levantó
para sentenciarlo a muerte con estas palabras: “
No continuarás tu
camino”; y es que según Tomás su hermano gemelo,
Jesús era un
azote para los maestros griegos que su padre José le contrataba para que lo
educaran, pues
Joshua los desafiaba constantemente, tal y como le
contestó a un maestro que no supo explicarle el significado de la letra griega
Alfa, lo que él si le explicó claramente y después le espetó las
siguientes palabras: “
Hipócrita como te atreves a tratar de enseñarme la
letra Beta, si no sabes el significado del Alfa”; igualmente una vez, dejó
en completo ridículo a unos rabinos que lo acusaron de trabajar durante el
Sabbat, pues Jesús estaba haciendo un unos pajaritos de barro en el
borde de una fuente de agua, y cuando los rabíes se presentaron con su padre
para señalarle la falta de su hijo, este les preguntó: ¿
Cuáles pájaros de
barro? Y cuando los sacerdotes judíos miraron hacia la fuente, los pájaros
echaron a volar. Lo cierto es que esas acciones de
Jesús no quedaron
sin respuestas, pues su padre, María y él, tenían que abandonar constantemente
los pueblos que eran víctimas de las
diabluras de
Joshua, pues
los pobladores siempre iban airados a reclamarle a José las malas acciones de su
hijo, y fue en una de esas, que ya cansado José de las persecuciones de la
gente, le aseguró a
Jesús que lo castigaría severamente, momento en que
el pequeño
Joshua le respondió a su progenitor: “
Sé que esas
palabras no salen de tu corazón, pues eres mi padre y por ello no te haré nada;
pero a los que me persiguen los dejaré completamente ciegos,
pues nada malo les he hecho”.
Es por eso que el signo
Ogberoso es un Ifá de la verdad y la
mentira, amén de que se recomienda al portador de ese odu que no diga
falsedades, pues se le concretarán de una u otra manera, y es que el poder de
ese signo de Ifá está en la palabra; pero no crea amigo lector, que en algún
momento por tener ese poder, las maldiciones y las sentencias negativas
dirigidas a otros no tendrán sus propias consecuencias, pues ya sabemos como
terminó a los treinta y tres años el pequeño
Joshua, lo que
evidentemente ocurrió por burlarse tanto de la autoridad, pero que después la
iglesia católica convirtió la muerte del rabí, en una patraña para hacernos
creer que
Joshua murió en la cruz por nuestros pecados. Si Luis… ese
judío murió victima de su propia soberbia, tal y como lo asegura nuestro signo
de Ifá
Oyekun melli. Son muchos los sacerdotes de Ifá, que si
se enteran que una persona porta ese signo le sacan el cuerpo; yo personalmente
conocí a una difunta ahijada de mi apeterví de ayafá, hija de Shangó, que una
vez me contó, que su padrino de Ifá, es decir quien le entregó el
Ikofá
Fun se le escondía para no atenderla, no contestaba a sus llamadas, y hasta
me explicó que no entendía el por qué su padrino no quería verla, pues según
ella en ningún momento le faltó al respeto; y es que la difunta no fue la única,
pues varias personas con ese mismo signo fueron a tener a mi consulta de Ifá,
pues a sus padrinos no les gustaba atenderlos. Ahora quien estas líneas escribe,
duda mucho que la base de ese rechazo sea otra historia mitológica del signo que
describe a
Ogbe Roso como una persona ambiciosa, donde el hijo
de ese signo de Ifá queda sentenciado a quedarse en la tierra de los Orishas y
no pasar a la tierra de Ifá, pues será un codicioso; sino más bien y tal como lo
describe Tomás en su evangelio apócrifo, que la persona en un momento de irá
puede maldecir al padrino de Ifá, y seguro que esa maldición se concretará, y
ello muy a pesar de que el mismo signo recomienda, que no se le haga daño a los
demás para que ello no se convierta en su propia desgracia. Pero lo fundamental
de la sentencia de Obbatalá en el signo de Ifá de los códices de la diáspora
afrocubana
Ogberoso, parece no tener un fondo de total
inocencia, pues algo en contra de otros habrá hecho el hijo de ese signo, que
muchos le persiguen para perjudicarlo, pero si alguien desea comprobar lo
escrito en el cuerpo literario de Ifá, se dará cuenta de que
Ogbe
Roso es un Ifá de persecución de enemigos, tal y como la gente de
muchos pueblos persiguió a
Jesús durante su infancia por las terribles
maldades que llevo a cabo, pero él aun así los consideró injustamente sus
enemigos y los dejó ciegos.
Fuente: http://www.ifapagano.org/blog/?cat=4