miércoles, 13 de febrero de 2013

Esentayé vs. Mano de Orunmila

"Esentayé vs. Mano de Orunmila"
Filosofía de Ifá
Babá Fáomaa Osalofogbelló
José Luis Fernández
En la tradición Ifista proveniente de Cuba no se acostumbra a realizar la ceremonia de Esentayé a los recién nacidos ya que en el mejor de los casos ésta,es sustituida por lo que se conoce como “Mano de Orunmila”: Ikofá para las mujeres y Lowo Ifá Okán (Owofakan) para los hombres.
Para los efectos prácticos de las necesidades generales de un recién nacido, descontando por supuesto casos de gravedad, el contenido de ambos ceremoniales sirve perfectamente para guiar a los padres sobre el destino pautado para su hijo(a); ponerle nombre; conocer su Òrìsà Tutelar o Ángel Guardián (Alaleyó); si su Òrìsà Tutelar es masculino, conocer quien es su complemento femenino o madre en el Santo, y viceversa; conocer cual es su línea ancestral (paterna o materna); conocer su guía espiritual (Egungun); conocer cual será el alcance o grado religioso a buscar dentro de la religión; conocer cual es el camino de Esù que mejor le ayudaría a alcanzar sus objetivos, y por supuesto conocer el Ebo (ceremonia de armonización) que se debe hacer para mejorar el destino del recién nacido evitando tropiezos innecesarios.
El presente artículo no pretender demostrar cual de los ceremoniales es mejor o peor para un recién nacido o inclusive para un nuevo adepto a Òrìsà/Ifá aunque ya no sea un niño, ya que ambas ceremonias ofrecen similares beneficios prácticos. Sin embargo, personalmente le encuentro una diferencia significativa a ambos ceremoniales: laresponsabilidad.
Cada grado religioso, así como cada grado jerárquico en la vida, implica diferentes niveles de responsabilidad. No tienen las mismas obligaciones, un analfabeto ni un enajenado mental que un jefe de estado, ni dependen de sus decisiones o actitudes la misma cantidad de personas, por tanto no se le entrega ni a un analfabeto ni a un enajenado mental el cargo de jefe de estado como tampoco se le debe entregar jerarquía religiosa a quien no esta preparado ni en madurez, ni en conocimientos, ni moralmente.
Existe un proverbio en nuestro país que dice así: “mas peligroso que mono con hojilla”; y es peligroso porque el mono en su ignorancia termina cortándose él mismo por desconocer para que sirve una hojilla o navaja de afeitar.
Muchos piensan que no se le debe hacer Ifá a los delincuentes porque pueden utilizar las herramientas de Ifá para hacer el mal. Todo ser humano tiene derecho de rectificar en su vida cualquier conducta impropia; sin embargo, desde el momento en que es iniciado cae sobre él una sentencia reflejada en el Odu Ejiogbe y es que desde ese mismo instante debe comportarse como sacerdote de Ifá con todas sus normas éticas (16 leyes de Ifá) y aunque algunos no veamos el castigo que se le aplica a quien transgrede estas normas porque siempre estamos pidiendo un castigo ejemplar y muy notorio para los demás mientras que para nosotros pedimos misericordia; ese castigo siempre es aplicado por Esù y llega cuando tiene que llegar.
He visto a personas rectificar conductas delictivas luego de sus ceremoniales, lo cual no es sinónimo de haberse vuelto honestos; sin embargo, definitivamente no puedo afirmar que existan demasiados casos de este tipo, por esta razón; muchas de estas iniciaciones terminan convirtiéndose en cuchillo para la garganta del iniciado y culminan con su propia muerte.
Esto, es únicamente uno de los ejemplos más notables de responsabilidad implícita al cargo y obviamente no significa que un recién nacido puede terminar muerto por el hecho de recibir “mano de Orunmila”; nada más alejado de la realidad, siempre y cuando este Òrìsà, así como cualquier otro Òrìsà, le sea entregado en armonía con su Orí y su Eleda; de lo contrario “cualquier cosa puede suceder”; pues más de un caso he visto donde las personas, luego de recibir mano de Orunmila, su Ángel de la guarda o cualquier Òrìsà terminan arruinados, enfermos o divorciados.
Lo que si es cierto es, que si ha adquirido un grado jerárquico en la religión, deberá comportarse acorde a la responsabilidad del grado. En el caso de un infante, quedará a cargo de sus padres la responsabilidad de velar porque ese niño se conduzca con los valores propios de su rango; y en la medida que el niño va creciendo, interactuando con su entorno o convirtiéndose en adolescente, la responsabilidad ante la humanidad de ser un ejemplo de valores a seguir va en aumento y si éste se niega a respetar sus obligaciones, así mismo aumentarán sus tropiezos.
Muy a menudo veo caminar por ahí a los “relativamente nuevos” Babalawo como si fuesen pavos reales y mirando a la gente como si fueran seres inferiores. Esto es muy probablemente producto de las indicaciones y del ejemplo que recibieron de quienes los iniciaron; sin embargo, lo que no es común, es que reciban también las indicaciones de cuales son sus obligaciones y sus responsabilidades frente a la humanidad en base a su rango.
La mayoría de nosotros fuimos iniciados, sencillamente, porque disponíamos del capital necesario para encontrar quien nos iniciara, para luego, con la misma rapidez que llegamos hasta el tope ser empujados de nuevo al nivel básico para aprender lo que teníamos que haber sabido antes de ser coronados como reyes.
En mi opinión personal, considero mucho menos traumático que cada persona vaya creciendo personal, espiritual y jerárquicamente de forma gradual en lugar de ser nombrado jefe para luego trabajar como obrero y poder aprender lo que puede y no puede hacer un obrero. Esto es sencillamente un retroceso. Si usted fuese jefe y le pidiese a un obrero que limpiase un piso, y este le indicase que ese piso no puede quedar mejor porque la calidad del químico limpiador utilizado es deficiente y usted jamás en su vida ha limpiado un piso o no ha estudiado como funciona un limpiador ¿Cómo podría usted responderle u orientar al obrero para que llevase a cabo su labor y obtuviese los resultados esperados?
Cada quien es libre de guiar a su pueblo según su criterio pues para ello existe el dicho “cada cabeza busca su casa” (cada ahijado encuentra el tipo de padrino que busca o que se merece) y obviamente toda regla tiene su excepción. El Esentayé no implica más responsabilidad que la de seguir nuestro propio destino, sin colocar sobre nuestros hombros el peso de un compromiso externo, por lo que, de no existir ninguna situación grave lo considero una excelente opción para iniciarse en la Filosofía de Ifá.
El Isefá o Mano de Orunmila, constituye un grado muy elevado dentro de la estructura jerárquica de la religión, incluso mayor que la coronación de Santo y por tanto implica mayor grado de responsabilidad en cuanto a nuestra conducta personal y hacia el prójimo ya que Orunmila es un Òrìsà conciliador, respetuoso y paciente.
A menudo me encuentro con argumentos como: “…es que el Òrìsà va a cuidar de él”. Eso es cierto, pero así como va a cuidar de él, también va a exigir de él. Òrìsà, siempre cuida de nosotros y mediante los Dafá (consultas) y del Ebo (ceremonia para desviar lo negativo y para lograr y armonizar lo positivo) podemos mantener el curso de nuestro destino sin necesidad de recibir Òrìsà; a menos que sea el propio Orunmila a través de Dafá quien nos indique alguna situación de real necesidad que nos obligue antes de tiempo.
Muchos son los que opinan, y entre ellos me incluyo, que es necesario resolver los conflictos internos personales y los vicios, antes de recibir cualquier Òrìsà pues las ceremonias de iniciación a cualquier Òrìsà no hacen que las personas cambien hábitos, traumas o prejuicios instalados en su subconsciente de forma mágica. Antes por el contrario, el Òrìsà comienza a presionar para que el individuo cambie y esa presión puede llegar a ser muy difícil de sobrellevar.
Como padres acostumbramos a sentirnos orgullosos que nuestros hijos sean omofá o apetevi de Orunmila; a veces hemos cometido la imprudencia de pretender que nuestros hijos son mas importantes porque tienen mayor grado religioso que otros niños pero nunca o muy pocas veces asociamos algunas de las dificultades que les ocurren con esa responsabilidad que no están asumiendo, bien porque no hemos sabido explicársela o simplemente porque también para nosotros era desconocida, y únicamente los culpamos de que eso les sucedió por su propia cabeza o lo relacionamos con la palabra favorita de muchos: “brujería”.
Ifá aconseja, sin embargo Orí es el que decide. ¡Siéntase libre de decidir!
Aboru Aboye Abosise(*)
Que su Orí(*) los guíe, Isesé(*) los fortalezca y el Padre Eterno los bendiga.