jueves, 21 de febrero de 2013

Inkin en la Apetebi.


La mujer en Ifá Afrocubano, SÍ RECIBE una mano de 16 Ikines llamada Adelewanifá Tolú, la cual está sustentada por el Odu Oddí Meyi. Esta ceremonia se lleva a cabo cuando la mujer en cuestión tiene suficientes estudios y experiencia y levanta un Ifá (del esposo).

El fundamento Adelewanifá Tolú, solo se puede entregar a la esposa de un Awó y lleva ceremonias diferentes a las que realiza una Apetebi o Agbeyegbe (no es esposa del Awó). La poca práctica de estas ceremonias ha hecho que algunos la desconozcan, pero de hecho sí existe.

Como se ha mencionado antes, dicha mano de Ifá se compone de 16 ikines y el llamado Olorí o adele nifa. Este ikin olori sería el número 17, el cual le es retirado en secreto a la Apetebi y es colocado en el fundamento mayor, quedando entonces el Ifá de ellas con 16 ikines. Por esta razón la Apetebi Ayafá (Lo mismo que para el invento de la Iyanifá) no pueden manipular los ikines, pues les falta el Olori y solo tienen 16.

En el caso de la Apetebi o Agbeyegbe, que es la categoría normal, pero de menos rango que la Apetebi Ayafá, se le entrega un Ikin cuando en su Itefa es un Omolu, o dos Ikines cuando su Itefá es Meyi. Otros Odu, indican que llevan cantidades especiales de tres y cinco. En este caso se Tefa con 17 ikines y es a la inversa, se deja el Olori y se retiran los 16 restantes. Pero veamos de donde sale esto.

En la región de Ekití en Nigeria, a las mujeres no les gustaba estudiar Ifá, razón por la cual los Ikines de su Ikofá se le dan a medida que va estudiando y aprendiendo Ifá, para poder asistir a su esposo, a las que no, solo les dejaban el Ikin de nacimiento. Esto nos indica que ellos comprendían que una persona que solo tenía a Orunmila para veneración, con un Ikin era suficiente. Tenemos que tomar en cuenta que en Nigeria, tanto los niños, como las niñas, las mujeres y los hombres podían estudiar Ifá, porque en sus festejos y en sus ceremoniales, entonan cantos y Eses Ifá, tanto mujeres como hombres. Este estilo adoptado de Ekití, es el usado en Cuba.

En Cuba pocos Babalawo entregaban los demás Ikines, porque en Cuba, sea por Machismo o por ignorancia o porque simplemente no se quiso o se malinterpretó un Patakí o ya sea por una razón u otra, las mujeres no estudian Ifá. En la ceremonia de Apetebi Ayafá, sí se entregan 16 Ikines a la mujer, porque se supone (no siempre es así) que ella conoce más Ifá que las otras Apetebi.

Un Ikin no es un Orunmila “Incompleto”. Cuando no se va a emplear para realizar adivinación con él, un solo Ikin es Ifá, así como un solo Babalawo es Ifá, pero muchos Babalawo están presentes para realizar un ritual de Ifá. El Babalawo no deja de ser Babalawo por trabajar solo, la única diferencia es que cuando se van a trabajar consagraciones de Ifá, se unen más Babalawo.
Hoy en día existen muchas personas que se adaptan a esta idea con facilidad, sin embargo, dejan otras costumbres por conveniencia, cuando entregan Orunmila a una mujer, les entregan 16 o más Ikines, sin embargo, hacen el plante ellos solos y ni siquiera comprenden el porqué Orunmila está compuesto de varios Ikines.

Cuando son 3, 5 o más, el Adele seguirá siendo Adele, los demás son siempre testigos. En Nigeria en algunas tierras, cuando se va a Atefar, se pone un Ikin (olori ikin) delante del tablero dentro de un cinturón de caracoles que se le llama Ajéifá, ese Olorikin representa a Adele (El Coronado de la Casa), los demás Ikines van a trabajar, pero ese representa a Orunmila, el coronado, Obalade. Es por ello que un Ikin no deja de ser Orunmila.

Debemos comprender que no es con más semillas con lo que se va a lograr que lo que se entrega sea mejor, ni más semillas harán que las mujeres de nuestra tradición sean mejores Apetebi, así como no son más piedras, lo que hace más Orisha a un Orisha, sino su buena consagración.

Si viéramos un Changó Nigeriano, quizá pensemos que ese Changó no está completo, pero no podemos pensar así, porque incluso, una sola piedra puede ser Changó, incluso, podríamos juzgar un Oba sin piedras como una basura, pero eso sería desde nuestra propia visión afrocubana. Un Oba, en muchos casos, no lleva piedras, solo herramientas, podríamos decir que un Obbatalá Nigeriano está mal entregado, porque quizá no le va a ver ni una piedra, pero estamos juzgándolo desde un punto de vista Afrocubano. 

En Nigeria ese Obbatalá, por ejemplo, tiene otras cosas que para ellos, es lo que debe tener. Esa es su tradición y se debe respetar, así como también se debe respetar los atributos de las divinidades afrocubanas, por parte de ellos. En Cuba poseemos una estructura que también fue dejada por africanos y el hecho de que sea diferente, no hace que tenga menos valor.

Estamos en tiempos difíciles en todos los sentidos, pero en cuestiones religiosas, estamos viendo como se reencuentran las tradiciones que por siglos estuvieron sin contacto y es normal que en estos tiempos, todas las tradiciones por su parte hayan tenido cambios. Cambios independientes de los propios cambios que siempre han existido entre linaje y linaje de la tierra yoruba.

La tradición afrocubana se muestra al mundo con muchos cambios desde su llegada a la isla a la fecha. La tradición nigeriana, también se muestra hoy al mundo con cambios desde que salieron nuestros ancestros hacia nuestras tierras a la fecha. No podemos tratar de adoptar todo lo que la otra tradición hace hoy en día y adaptarlo a nuestra vertiente solo porque nos guste o porque creamos que sea lo más apegado a la realidad, porque tendríamos que preguntarnos ¿A cuál realidad?, ¿A la realidad de Oyó o a la de Ilé Ife? ¿A la de Osogbo o a la de Ode Remo? ¿A la que solo se conserva en tierra yoruba o a la que se conservó y se conserva en Benin?

Nunca debemos olvidar, que venimos de una tradición formada de la fusión de muchos linajes llegados de varias partes de Nigeria y también de varias partes de África. Nuestra tradición se formó de lo que nuestros ancestros consideraron lo mejor de cada tradición. Así siempre ha funcionado y ese debe ser siempre nuestro orgullo.

En algunos casos como este de un solo Ikin, tenemos diferencias con algunas tierras yorubas, pero con otras no, en algunos casos tenemos diferencias de otras cosas, con algunas tierras, pero con otras no, porque nosotros tenemos la diversidad de muchas tierras yorubas. En algunos casos usamos rituales o palabras o cosas de una y en otras usamos rituales o cosas de otra.

William Bascom, la principal autoridad académica del estudio de Ifá hasta el momento de su muerte, establece que “sólo los hombres pueden llegar a ser Bàbáláwò” y nunca se encontró con una sola mujer sacerdotisa actuando como adivino, en ninguno de sus amplios estudios de campo en las ciudades de Ife, Igana, Meko, Oyo, Ilesa, Abeokuta, Osogbo, Sagamu, Ilara, Ondo, Ekiti, Ijebu Ode o en Yorubaland en 1937-38, 1950-51, en 1960 y 1965, ni ninguno de sus informantes mencionó tal cosa.
 (Dr. Bascom, William. Ifa Divination: Communication Between Gods and Men in West Africa. Bloomington Indiana: Indiana University Press).

Fuentes de Yorubaland que se remontan a mediados de los años 1800 dicen claramente: "Sólo los hombres pueden llegar a ser adivinos de Ifá” (Encuentro Religioso y la realización de los Yoruba, por John Peel. Indianápolis y Bloomington: Indiana University Press, 2000). 

Por lo tanto, el nuevo papel asignado a la Iyánífá es una invención entre los “Académicos Yoruba” el cual se derivó de una estafa que se hizo pública.

En su libro The Secret Societies of West Africa, H. P. Fitzgerald Marriot dice:
“The status of Babalawo can only be acquired by men after many years of training and experience. The secrets of Ifa are exclusive to men”.

“El estatus de Babalawo solo puede ser adquirido por hombres, luego de muchos años de estudio y experiencia. Los secretos de Ifá son exclusivos de Hombres”.

En su libro West African Secret Societies, F. W. Butt-Thompson establece que:
“Ifá (Afa): It is of male membership, admitting at puberty, and having women associates”.

“Ifá es de membrecía MASCULINA que admite en la pubertad; y tiene mujeres como asociadas”.
En un artículo del Journal of the Royal Anthropological Institute, 71 (4): 43451. 1942. The Sanctions of Ifá divination, encontramos:
“Only men can be Babalawo and read the oracle…”
“Solo los hombres pueden ser Babalawo y leer el oráculo…

¿Pero qué tiene que ver todo esto con uno o dos Ikines? Pues veamos lo que tiene que decir El autor Yoruba James Johnson, cuando escribió en una de las más tempranas y más detalladas descripciones de Ifá:
“Cada vez que sea el caso, una mujer solo deberá recibir del Bàbáláwò un Ikin o nuez de Palma Consagrado, el cual es llamado Eko, que llevará cerca de su cuerpo para protegerla, (Apetebi significa “Protegida” Nota del autor) utilizarlo durante la adivinación, y se debía recomendar y prescribir para ella, un sacrificio a Ifá. Ella podría, con el tiempo, tomar su Eko, y dárselo a su marido, su hermano, o cualquier otro familiar de sexo masculino de acuerdo a la prescripción, para incluirlo en los propios Ikines de estos hombres, con el fin de adorarlo y que así, participara en el sacrificio prescrito”. (Johnson, James. Yoruba Heathenism. Exeter: J. Townsend Press, 1899).

Claro está, que además de los conocimientos llegados a Cuba, en Nigeria también quedaron muchas cosas que a Cuba no se le legó y otras que se nos legaron, pero las perdimos y estas son las cosas que creemos que se deben buscar. No es cambiar de color de Idde lo que nos hace mejores Babalawos, no es la cantidad de Ikines para una mujer, no es cambiando los rituales de consagración en Ifá de nuestra tradición por los de la tradición africana de Oyó o de Ile Ife o de Osogbo etc., lo que nos va a hacer mejores sacerdotes; lo que nos hará mejores sacerdotes de Ifá, es el estudio disciplinado de nuestras respectivas tradiciones. Aun cuando se consagre en el cielo y no aprenda Ifá correctamente y según su Tradición, nunca llegará a ser nada ni nadie.

Fuente: Defendiendo nuestra tradicion II (Aguila de Ifa,OsheNiwo y Ifabilawo )